No amaras.

Ya no temo.

Te vi
me vi
me conoci.

Asi fue, en ese orden. Tres dias intensivos de amor me dejaron cara de poker. Ahora, ni si quiera quiero que me quiera. Te quiero, pero es complicado ya no me inspiras, guapito, bonito, gatito montes.
Como me gustaria que sintieras como siento, como me gustaria que pararas tu mente un poco y dijeras que no importa el trabajo, ni los estudios, ni tu papa que tan generosamente te seduce con fortunas inexistentes. Como me gustaria que fueras mas extraterrestre que humano, como me gustaria que volviera el hombre soñador que alguna vez soño con ser mas de lo que podia, cada dia rece porque fueras mas de lo que debias. Ahora, ¿Que tengo? un viejo sincronizado a horario de oficina con zapatos negros y pantalones crema. ¿Yo que queria? No se. Al cabo que ni me acuerdo.
Mitologico desde el pelo hasta las uñas le dije mientras se estacionaba al medio de mi silencio en una noche de un tiempo remoto, lejano y vertiginoso que recuerdo con agrado, pero que vivi con miedo.
Veo fotos tuyas de cuando eras mas joven, y las veo pensando como niña. Sintiendo como sentia y me duele un poco. Tengo 20 y debe doler menos que tener 30, pero duele.

Te amo, creo. El amor debe ser esto. Quizas esperaba mas de ti, o quizas no esperaba nada. La verdad, nunca hubo diferencia alguna. Aun asi, creo que esto queria.


Veneno amnesico para mi, por favor. Que hasta me he olvidado de escribir a causa de tu banalidad.