los segundos son gotas;
gotas que desembocan;
en el mar de la consciencia/
En sus aguas me reflejo
del reflejo conozco mi existencia
espiral de extrañas texturas
tejen los recuerdos en la tela universal
pálido espectro sin sombra,
vaga por las calles de un sueño febril
en sus profundas huellas siembra un caos fértil.
Suave se desmarcan las huellas de la historia
Lento se deshilacha el enigma de mi presencia/
Desde la intuición te encuentro
desde la necesidad te invento. /
¡Qué triste ser mar!
triste reflejar;
para nunca ser reflejado,
muda es la consciencia
que no puede ser consciente
de su propia consciencia
cuando se mira asimismo:
se pierde en la ausencia
de aquel mar infinito
que sólo desemboca
en el caudal de su única corriente:
Su mente.
